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Doctora Alejandra Almenares

Hilos tensores corporales, moldear tu cuerpo sin cirugía

Los hilos tensores corporales, también conocidos como hilos mágicos son una de las técnicas más innovadoras y eficaces con las que obtener los resultados de un lifting corporal, sin sufrir los trastornos de una cirugía plástica. Están hechos de material de polidioxanona y son la mejor forma de combatir la flacidez, porque reafirman la piel descolgada o que tiene falta de elastina. Además son aplicables tanto en hombres como en mujeres y redefinen zonas como muslos, glúteos, cara, brazos y abdomen. A la hora de aplicarlos hay que tener en cuenta la fisionomía, la edad y el grado de envejecimiento que presenta la piel del paciente.

A partir del primer mes desde su aplicación, comienzan a verse los resultados, que son naturales y progresivos. Y una vez se alcanza el punto ideal, los efectos se mantienen hasta pasados los 12 o 18 meses.

¿En qué consiste su aplicación?

Consiste en la distribución de estos hilos reabsorbibles y biocompatibles con una aguja fina a través del tejido subcutáneo, en un proceso totalmente indoloro, sin anestesia, sin cirugía, sin marcas y con una duración aproximada de 30-60 minutos.

Se va tejiendo una malla, colocando unos hilos en una dirección y otros en el sentido contrario. Una vez introducidos crean una insignificante lesión en la piel, que activa las células y éstas crean tejido de soporte alrededor del hilo, produciendo colágeno y fibroblastos. De esta forma, la piel se tensa y redensifica, sin suturas ni marcas perceptibles al tacto o la vista y consiguiendo un resultado final natural y sin ningún tipo de rechazos o alergias.

Zonas de aplicación de los hilos tensores corporales

Las áreas del cuerpo que se tratan con mejores resultados son brazos, muslos, lumbares, glúteos, cara, cuello, escote, abdomen y la zona superior de la rodilla. Con ello se busca reafirmar estas zonas, que pueden presentar flacidez leve o moderada en la piel. Se estimula así, la firmeza del tejido y se proporciona una mayor sustentación, mejorando el tono y adaptando la piel al músculo, lo que ocasiona el efecto tensor deseado.

  1. En glúteos y muslos: En ocasiones los glúteos y los muslos, sean de hombre o mujer, pueden estar bien formados, pero caídos. Pues esta es la mejor técnica para lograr su tensado y elevación, sin necesidad de pasar por cirugía de prótesis o por un lifting.
  2. En brazos: El tratamiento de la flacidez en los brazos se puede hacer en pocas sesiones, siempre dependiendo del número de hilos que sea necesario colocar. Suelen estar recomendados para brazos con piel caída a partir de los 40 años.
  3. En cara y cuello: Son la mejor alternativa para tener una piel tensa, natural y saludable. Disimulan las arrugas, elevan mejillas y cejas, reafirman el cuello y dan simetría a la cara.
  4. En escote: También son aplicables en escote cuando necesita tonificación. Se colocan en la parte inferior de la mama, logrando un discreto tensado y elevación de la misma.
  5. En abdomen: Perfectos para combatir la flacidez abdominal sin exceso de grasa.

Cuidados posteriores del paciente con los hilos tensores corporales

Tras la aplicación del tratamiento de los hilos tensores corporales, hay que tomar una serie de medidas sencillas para cuidarse bien la zona trabajada:

  • No tocarse ni rascarse esa parte del cuerpo tratada.
  • Eludir aglomeraciones y prácticas deportivas por lo menos un mes.
  • Evitar la exposición al sol o rayos UVA durante los primeros días.

 

Imágenes de aplicación de hilos tensores corporales a una paciente en zona de glúteos: 

collage tallre hilos corporales

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