El sudor es un proceso fisiológico común a través del cual el cuerpo mantiene la temperatura corporal estable. Se localiza en las zonas del cuerpo que tienen un mayor número de glándulas sudoríparas en la piel como las manos, los pies, las axilas y la frente. El sudor está compuesto, principalmente, por agua. Curiosamente, el sudor no huele hasta pasado cierto tiempo. Cuando se produce el olor se debe, especialmente, a su descomposición por parte de las bacterias presentes en nuestra piel causando un aroma desagradable.
Entre las distintas funciones que tiene el sudor destacan la regulación de la temperatura corporal y la transpiración de la piel.
Sudoración excesiva
Sin embargo, existen personas que padecen de una sudoración excesiva, es decir, hiperhidrosis y puede interferir en su vida diaria, pues manchan la ropa por la sudoración axilar, tienen las manos húmedas, problemas de olor en los pies y desprenden un olor indeseable.
El exceso de sudor repercute en la calidad de vida de los individuos que la padecen provocando inseguridades, vergüenza y depresión. No obstante, se trata de un problema muy extendido que tiene solución temporal.
Tips para combatir el sudor y el mal olor
En el verano, con las altas temperaturas nuestro cuerpo tiende a sudar. Para combatir la sudoración excesiva durante el verano te proponemos seguir las siguientes recomendaciones:
- Uso de ropa de algodón para que la piel pueda transpirar.
- Consumir gotas o cápsulas de Zinc, este mineral revitaliza las enzimas del sistema inmunológico responsable de la cicatrización e hidratación de la piel lo que reduce la sudoración.
- Practicar ejercicios relajantes como Yoga, ayuda a controlar la sudoración excesiva ante estímulos nerviosos.
- Lavarse las manos 5 veces al día, mínimo.
- Depilación del vello axilar, pues ayuda a la transpiración de la piel.
- Mayor uso de antitranspirantes que de desodorante.
- Mantener una alimentación adecuada.
Tratamiento estético para la sudoración excesiva
En los últimos años la Toxina botulínica se ha revelado como uno de los más cómodos y efectivos tratamientos para controlar el exceso de sudor y/o mal olor corporal. Consiste en inyectar la toxina en las zonas de riesgo (axilas, palmas de las manos, plantas de los pies) para paralizar la actividad de las glándulas sudoríparas durante un periodo de tres a seis meses (en algunos casos hasta un año) y, con ello, el sudor.
