Con la llegada del verano y el buen tiempo comenzamos a exponernos muchas más horas a los rayos solares. Todos sabemos los beneficios que los rayos del sol aportan a nuestra salud. Nos llena de energía. Aumenta la producción de la serotonina produciendo una sensación de bienestar. También interviene en la regulación del sueño, la temperatura del cuerpo y la conducta sexual. Nos permite sintetizar la vitamina D, generarla en cantidades suficientes para regular los niveles de calcio y fósforo en sangre. Por todo ello nuestra piel comienza a experimentar cambios. Temperatura, color, textura, sensación, entre otros.
Hay que aportar los cuidados necesarios para proteger y mantener saludable nuestra piel. Si no tomamos las precauciones adecuadas. Se crean riesgos para la salud de la piel. Arrugas, manchas solares, quemaduras, melanomas. Lo que producen un prematuro fotoenvejecimiento de la piel.
Cuidados de la piel en verano
- Hidrata, con la subida de las temperaturas y el incremento en la toma de sol debemos hidratarnos mucho más. Beber abundante líquidos e ingerir alimentos ricos en agua.
- Prepara, antes de exponerte a los rayos solares en importante preparar previamente tu piel. Consume alimentos ricos en carotenos (zanahorias, tomates, calabaza, sandias, pimientos rojos). Ayudan a la piel a absorber mejor los rayos del sol. Aportando un lindo color bronceado.
- Protege, antes de exponerte al sol aplica un adecuado fotoprotector en tu piel, al menos 30 minutos antes de salir de casa. No te expongas en las horas centrales (entre las 12 y 16 horas) del día. Aplica protector solar cada dos horas sobre la piel seca y luego de cada baño.
- Nutre, al final del día debes nutrir e hidratar tu piel adecuadamente. Usa cremas, gel de baño o after sun indicado para después de la exposición solar.